¿Qué son las terapias de habla y escucha?

Speaking & Listening Therapies se propone inicialmente que te sientas cómodo en el espacio terapéutico para expresar tus necesidades emocionales. Empezar la terapia es un gran paso en sí mismo para llevar una vida más sana y lo mejor posible. Aquí encontrarás tu voz y las palabras adecuadas para expresar tus sentimientos reprimidos.

¿Recuerdas que en tu época escolar a veces te ponías tenso y te sentías confuso… sobre todo cuando discutías con alguien o un amigo te decía algo hiriente o cuando, sin querer, ponías triste a alguien?

¿Recuerdas cómo el hecho de hablar con tus padres, hermanos o tu mejor amigo sobre el inquietante incidente desató los nudos de tu pequeño estómago? Cómo tu pequeño yo se sintió reconfortado y tranquilizado por sus amables palabras.

A medida que uno envejece, se dan infinidad de situaciones en las que el estrés y la presión nos superan. En varias de estas ocasiones, ¿no le gustaría poder revivir esos días de infancia despreocupada en los que los problemas podían olvidarse en brazos de su familia o de sus mejores amigas?

En la vida adulta, por mucho que lo deseemos, nuestros seres queridos y amigos no siempre pueden proporcionarnos el apoyo emocional y mental que necesitamos. Es difícil hablar o incluso escuchar su punto de vista. Algunos incluso intentamos ocultarles lo que nos corroe. Nuestras emociones embotelladas se filtran a través de episodios periódicos de ira, de maldad involuntaria hacia los demás o de autolesiones. Puedes sentirte como si te hubieras convertido en una bola de energía negativa donde todo en la vida, se ve oscuro, feo e indeseable.

El gran paso adelante – Ir a terapia

Sin embargo, no todo está perdido. Puedes cambiar esto de forma proactiva buscando la ayuda de profesionales que te ayuden a sortear el flujo constante de negatividad.

Aún así, no está seguro de si la terapia es la respuesta…

Pregunte a cualquiera que haya acudido alguna vez a un terapeuta y le dirá que la mitad de la batalla está ganada cuando se toma la decisión de acudir a un terapeuta.

Una vez que te has decidido por la terapia, automáticamente has dado un gran paso adelante. Por un futuro en el que tu mente y tu cuerpo no tengan que albergar tantas de tus dudas internas, preguntas, frustraciones, decepciones, etc, y el consiguiente impacto positivo de la liberación de esas emociones.

Como existen varios tipos de Terapias de Habla y Escucha, es posible que se pierda a la hora de saber cuál es la más adecuada para usted. Puede ser útil consultarlo con su proveedor de atención sanitaria o médico de cabecera para que le indique la dirección correcta.

Independientemente del tipo, todas las Terapias de Habla y Escucha hacen exactamente lo que sugiere el título. Te escuchan… en la forma en que expones tus pensamientos, en el tono que adoptas y como expresas tus sentimientos acompañados. No hay reglas rígidas sobre cómo desahogarse con el terapeuta. Será un espacio sin prejuicios en el que se le animará a no contenerse ni limitar sus palabras. Expresarse libre y abiertamente.

En una sesión, ya sea en línea, por teléfono o in situ, normalmente se empieza sentado en una posición cómoda, pero se puede caminar durante la terapia. Puede estar a solas con el terapeuta o sentado en círculo con un grupo de participantes dirigido por un profesional formado. Los grupos en sí pueden ser terapéuticos porque ayuda saber que no eres el único con esos problemas. Si lo desea, también puede elegir que le acompañe a la terapia su familia, su pareja o un amigo.

Lo que sigue inicialmente es como cualquier otra interacción social que hayas tenido antes, en la que se hacen presentaciones. A continuación, el terapeuta le pedirá que explique los motivos por los que acude a verle.

Aprender a hablar

Puede que le resulte difícil responder a su primera pregunta. Las emociones surgirán dentro de ti, como una ola que adquiere proporciones de tsunami. Puede que vaciles al intentar asimilar todas las cosas que no te van bien. Como esto no es un examen. Basta con decir que “están pasando muchas cosas”.

Puede que te acobardes porque, de repente, cuando hay alguien delante que quiere que hables de tus problemas, se te traba la lengua. Los problemas a los que te enfrentas son tan enormes en tu cabeza que no sabes cómo ponerles palabras. Tus emociones son indescriptibles. “Uh oh… en qué me he metido” puede ser tu primera preocupación. La segunda es “¿me ayudará esto realmente?”.

No se preocupe… no es tarea suya, sino, afortunadamente, de un profesional, ayudarle a encontrar las palabras que articulen su angustioso y confuso estado mental. Necesitan descubrir la llave de tus emociones encerradas. Para ello, el terapeuta puede hablar de sus posibles síntomas, como padecer insomnio, sus hábitos alcohólicos, el deterioro de su relación con sus seres queridos, etc. Y no… esto no es un ejercicio de búsqueda de culpables. Al contrario, tu terapeuta sólo intenta hacerse una idea más amplia de dónde te encuentras en tu vida profesional y personal, y sobre ti, para adaptar su tratamiento a tus necesidades.

Hablar claro

Ahora que has aprendido a hablar… harás mucho más de eso. La terapia le proporcionará un espacio abierto y acogedor para decir lo que piensa y asimilar lo que está ocurriendo en su vida. Mientras tanto, el terapeuta mantendrá un registro de lo que ha ocurrido en su vida de una sesión a otra. Intentarán detectar patrones regulares en su comportamiento. Te educarán con herramientas para hacer frente a tu negatividad y te pedirán que las utilices en tu vida diaria. Poco a poco desarrollarás una relación sana con tu terapeuta. Una relación de confianza.

La terapia le permitirá acceder al núcleo emocional de sus experiencias problemáticas. Esto significa que serás capaz de reconocer las situaciones de la vida que te desafían y los sentimientos que las acompañan. Enfrentarse a todo esto al principio puede hacer que te sientas abrumado y sin energía. Aun así, el conocimiento de su vulnerabilidad y sus puntos débiles le hará sentirse menos inseguro y más seguro sobre diversos elementos de su vida, como cuál es su posición en su relación con respecto a su amante, su trabajo profesional, el consumo de sustancias, etc.

La terapia también le permitirá conocer las zonas conflictivas de los problemas que le afectan negativamente. Esto le ayudará a ampliar su perspectiva y le hará más receptivo a la gama de opciones disponibles para tratar esos temas polémicos. Animado por su terapeuta, empezará a trazar y realizar metas alcanzables en su objetivo deseado. Con cada tarea realizada, tu confianza aumentará y cimentarás aún más los cimientos de los pensamientos positivos en ti.

Liberado de sus tensiones y presiones, saldrá más en sintonía con sus emociones y cambios de humor y, por tanto, con los pies en la tierra.