Las terapias de habla y escucha trabajan aquí para reforzar su mecanismo de procesamiento mental y emocional. Sus habilidades de afrontamiento mejoran y se refuerzan. Cambia la percepción de tu comportamiento, tus sentimientos o tus traumas. Con la terapia se le capacita para apreciar los acontecimientos pasados, su papel en ellos y las personas de su vida. Con un estado de ánimo más positivo, se observa una mejora de la salud y el bienestar general.
El potencial transformador de Speaking & Listening Therapies no se detendrá a las puertas de que tengas las habilidades necesarias para manejar situaciones y emociones del tipo “patata caliente». Todavía les queda la marcha más larga en su caja de herramientas.
Aquí pronto entrarás en un poderoso reino de maduración desde una configuración mental de “qué hacer» cuando te enfrentas a problemas a un marco mental más empoderador de “cómo ser“. Es un nivel en el que estarás pensativo, te convertirás en un oyente empático y responderás a las situaciones de la vida con más atención.
No, no… no te vas a quedar estancado en estar constantemente absorto en pensamientos profundos. Por el contrario, la realidad se volverá más viva para ti, ya que serás más proactivo.
*******************
Las terapias de Hablar y Escuchar pueden haber explorado sus traumas, emociones complejas y experiencias, hasta tal punto que le ayudarán a dar el paso de expresar aprecio por ellas. En lugar de intentar esquivar o huir constantemente de estos episodios del pasado o del presente, podrás sentarte con ellos. A veces incluso con cierta facilidad. Pronto te darás cuenta de que “he tenido que pasar por todo eso para llegar a donde estoy ahora».
Lo que empezaría como una transformación inconsciente en ti que se convertirá poco a poco en una segunda naturaleza. Serás más comprensivo con los demás. Empezarías a tener en cuenta las emociones de los demás, su perspectiva y sus limitaciones a la hora de tratar con ellos. Para ello, su terapeuta le animará activamente a narrar las incidencias en tono inclusivo. Contar una historia no sólo desde tu perspectiva, sino también poniéndote en la piel de los demás. Por ejemplo, hablar de la tristeza y el sentimiento de abandono que te embarga por el distanciamiento afectivo con tu hijo, hablando también de los posibles agravios de tu hijo hacia ti, como que priorices el trabajo a pasar tiempo con él.
Tu practicante también te guiará suavemente para que examines libremente tu papel en las discusiones interpersonales. Supongamos que recientemente se ha producido una pelea a gritos entre tu hijo y tú, en la que se han lanzado acusaciones de faltarse al respeto y hacerse daño mutuamente. Al revisar este episodio con su terapeuta o a solas, analice también su propio comportamiento y sus palabras. Y puede que incluso admitas tus errores, ya sea durante la discusión o adoptando una visión a largo plazo de lo que no fue bien en tus esfuerzos por construir una relación con tu hijo durante sus cruciales años de juventud. Si es esto último, significa que te habrás empapado con éxito de las herramientas de los mecanismos de afrontamiento hasta tal punto que las estás aplicando proactivamente a otras situaciones, a veces sin la supervisión de tu terapeuta.
Una consecuencia directa de esto sería un lento cambio de actitud cimentado por la terapia en el que te volverías más indulgente con las falacias humanas de los demás y de ti mismo. Poco a poco te darás cuenta de la inutilidad de los ciclos de discusiones constantes con tu chico. Serás más amable contigo misma y con tu hijo a pesar de su lenguaje duro hacia ti. Su profesional le guiará con suavidad hacia la consecución de los objetivos deseados, desde los problemas más acuciantes hasta las metas vitales finales. A saber, querer centrarse en disolver la furia de su hijo y sustituirla por recuerdos felices del tiempo que pasó con usted.
A través de la terapia, la naturaleza inamovible de sus creencias que conducen su comportamiento de una determinada manera se haría más evidente para usted. Tu practicante te ayudará a aprovechar esta conciencia para maniobrar ágilmente la lógica de tu vida y sus paradojas. Así, con cada cambio posterior, irás superando gradualmente tu tendencia pasada a resistirte al cambio por una necesidad confusa de defender tu identidad propia. Por ejemplo, puede que no te cueste tanto olvidar los tonos furiosos que utiliza tu hijo contra ti.
A pesar de ello, habrá días en los que te sentirás como si hubieras vuelto al punto de partida. No se preocupe… por muy seductora que resulte la noción de progresión lineal, la evolución humana no fue la historia de una línea de fila única, sino la compleja expansión de una hélice. Puede que haya días en los que tardes más que otros en adaptarte a los cambios lentos.
************************
La buena noticia es que asimilarás los cambios cada vez con mayor rapidez. Este proceso de interiorización creará un dinamismo positivo en el que acelerarás la sustitución de tus antiguos patrones de comportamiento por alternativas satisfactorias. Cuando se sienta emocionalmente expuesto y vulnerable, se tomará un minuto para procesar sus sentimientos y así contrarrestar la situación con más habilidad.
Esta remodelación tuya en forma de tortuga se mostrará especialmente a los que te rodean. Energizarte aún más. En definitiva, un profundo sentido de la compasión y la aceptación hará que sus interacciones con los demás sean más significativas, incluido su terapeuta.
Poco a poco, te darás cuenta de que tienes poder sobre tus problemas, tu estrés, tu ansiedad, tus relaciones, tu oficina, tu carrera, tu vida. Y que puedes aprovechar el poder de ti mismo y ejercer control sobre tus decisiones, deseos, emociones y mente.
Observar todos los cambios que se producen en ti te hará sentir esperanzado sobre tu presente y tu futuro. Tras haber experimentado el poder transformador de la terapia, querrá ayudar a otras personas con problemas similares. Contribuirás en terapias de grupo de forma más proactiva o te entusiasmará trabajar como voluntario en ONG ayudando a personas necesitadas. Querrías devolver algo a la comunidad que te ayudó a florecer y prosperar.
No sólo prosperarás, sino que también tocarás la vida de los demás con alegría.